El sol se está poniendo. No debería estar tan duro, me molesta en los ojos. Me pega justo justo adelante y no veo la ruta. Debería haber viajado de noche. La luna nunca jode, pero el sol pega duro, como si se empeñara en recordarme que no debería estar yendo, que el viaje no va a terminar en nada bueno. Y la música no ayuda. La cadencia, la monotonía. Debería tranquilizarme y sin embargo tiene algo que me jode, hay algo intangible e inexplicable que me rompe soberanamente las pelotas. No entiendo bien por qué no puse rock and roll en lugar de esta mierda tan lenta, tan cadenciosa, tan monocorde. Si sigue mucho más creo que voy a estallar en una explosión de violencia infinita, tan infinita como esta letanía insoportable. Y el sol que pega de frente mientras se empieza a esconder en la línea interminable de la pampa. Horizonte infinito y música monocorde, una combinación que me exaspera de a poco. Me molesta. Me siembra ira. La siento crecer. La molestia arrancó ahí, apenitas por e...
No importa quién seas. No importa qué hiciste. Son sólo los textos, las palabras.